domingo, 21 de diciembre de 2008

The Sun Can Shine On You.

Y aquí estoy encerrado en mi habitación
Mírame y dime que no voy a
sufrir otra vez

Viviendo un infierno
No me digas que todo va a estar bien
muchas cosas rompieron mi corazón
You could never understand
Memories
Push it away, dont lose
your self, push this feeling away
It's in your mind
Don't remember the things that made you feel so bad
It`s in your heart
Hiding secrets in lonely crystal tears
Buscando respuestas, esas respuestas que nadie puede dar
Buscando amor, que cure tus heridas
Can`t hide this for ever
so, fuck their attitude
Maybe if you forget this
Too fuck their actitud

They haven't given you love

Too fuck their actitud

Maybe if you forget this
Too fuck their actitud

The sun can shine on you,
only if you want it




Este es el adios de lo que yo sentía por vos. :)
Ya te fuiste, por suerte, y no vas a volver jamás!
Ya se terminaron esos dias de
mierda en los que solo pensaba en vos y en lo bien que la pasabamos. ahora me chupas realmente la pija.
Y lo que hagas o lo que dejes de hacer realmente me va a importar poco y nada. porque me dí cuenta que sos un insensible de mierda que sos más egoista que todo el planeta entero, que no tenés la idea de lo que pasa al rededor tuyo.


sábado, 20 de diciembre de 2008

El mareo. ~


Los hombres son todos iguales.
Si uno te tira palos, y vos se los devolvés, y no pasa absolutamente nada , después te dicen que tienen novia y pretenden que te caliente... cuando en realidad te resbala.
Son todos más idiotas, dios.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Mi jardín ya no te espera.


De nada sirve el porqué, de nada sirve el valor, de nada sirve volver, de nada sirve el adiós.
Seguro de nada sirve.
Yo me pregunté hasta cuando, te querré como hasta hoy. Vos me enseñaste llorando que de nada sirve el adiós.
Seguro de nada sirve... mi amor.
Podré caerme a pedazos pero acá siempre estás vos.
Me gusta lo que no tengo, y quiero lo que no doy. No me comprendo a mi mismo, no se entregarte la vida, tampoco vivir sin vos. Yo sé que de nada sirve... mi amor.
Podré caerme a pedazos pero acá siempre estás vos.
Podré caerme a pedazos pero acá siempre estás vos.
Mi jardín ya no te espera, porque ya corté la flor, y todo lo que me queda es cantarte con el alma si te regalé la voz!
Seguro de nada sirve... mi amor, mi amor... mi amor.
Seguro de nada sirve...
'Amar sin nadie, vaya cosa triste,
sin nada que abrazar, ni Eva que nos abrace,

amar con alguien, vaya cosa buena '

viernes, 12 de diciembre de 2008

Metamorfosis, kafka.-


Es impresionante como éste libro representa la deshumanización . El llegar a amar tanto a un sustantivo y verbo que nos puede llegar a deshumanizar totalmente de todo. No más... La metamorfosis .-

jueves, 11 de diciembre de 2008

No todo orgasmo acaba bien amor.


Mañana va a ser un gran día, te lo digo yo,
nos vamos a mirar las caras entre todos
el norte no va a estar arriba, va a ser todo sur,
ya no van a sangrar las manos de esos pocos.

Ya no hay dolor, ya no duele y no va a doler.

Si todo lo que te lastima el tiempo lo hace durar
hasta que seas conciente que no te hace daño
Si yo no se lo digo a nadie, pero me di cuenta
que pudo ser peor! que no fue para tanto.

Ya no hay dolor, ya no duele y no va a doler.
Ya no hay dolor, ya no duele y no va a doler.

Mañana va a ser un gran día te lo digo yo
nos vamos a mirar las caras entre todos
y vos preguntarás porqué esperamos tanto
sólo para tomar impulso y llegar más alto.

Ya no hay dolor, ya no duele y no va a doler.
Ya no hay dolor, ya no duele y no va a doler.

Mañana va a ser un gran día te lo digo yo...
Ya no duele y no va a doler!
Sólo para tomar impulso y llegar más alto.
Ya no duele y no va a doler!
Ya no duele y no va a doler!

miércoles, 10 de diciembre de 2008

I'll come back for you.


I'll come back for you

Matar Dragones.


De haber sabido que yo era tu príncipe azul debí salir a matar dragones por vos, para vivir postergando mi realizacion y resignarme a tus metas y a mi frustración.
Y en nombre del amor, hize cualquier desastre! para al fin colisionar con la triste realidad de que así no va...
De haber sabido que yo era tu príncipe azul debí salir a matar dragones por vos, y eliminar hasta el día que te conocí todo recuerdo, sentido, vivencia anterior.
Y en nombre del amor hize cualquier desastre! Para al fin colisionar con la triste realidad de que así no va.
Porqué repito mi error?, siempre la misma condena. Acostumbrado a buscar el amor propio por fuera...
A toda hora internándome por celular en la obsesion de los celos t0maste el c0ntr0l. 'Con quién andas? ¿Dónde estás? ¿Por qué no venis? ¿A dónde vas? ¿Qué penSas? ¿Quién te llamo?'
Y en nombre del amor, hoy decidí dejarte y empezar a caminar sin temor a la verdad por mi libertad.

martes, 9 de diciembre de 2008

Vivan mis caminos.


No sé porque me sentís lejos hoy, sé que todo cambió, pero no mis pensamientos...
Y estamos más! más solos que ayer dijiste... debemos esperar a nuestro ocaso, o a la llegada de nuevos tiempos. Disculpa... yo me quedo aquí.
Las pieles ya curtidas por bastos inviernos, la convicción intácta de todos mis sueños; tus flores las que besas ésta y otras noches, y mi jardín que espera tu agua!.
Disipar nuestra angustia, y así sentirnos... cerca.

Si está oscureciendo, me voy a ver al sol.


Siempre lo mismo con vos, siempre.
Y se cortó la inspiración.



Pone los malos tiempos en tu bolsillo, tomáte un respiro y
abrázame fuerte, ayudate a vos mismo, olvida la Biblia, olvida esa mierda! Y pasate toda la noche conmigo bajo la influencia del amor y espero que no vuelvas a sentir dolor, no mas.
No importa lo que suceda, dejame ser tu remedio. Suspende todo hasta mañana y déjame ver algo nuevo en ti. Pasemos toda la noche juntos bajo la influencia del amor, déjame ser tu castillo

Vienen zombies.

Un señor se escapa durante…
veinte años lo persiguen

Despertó
con la certeza que la fuga
es imposible

Vendí mi uniforme
mas gratis que el otro
no entiendo a mi novia
no arranca mi walkman

Vienen zombies
veo circular
vienen zombies
perdí mi lugar

Quién buscó
la verdad
riesgo de encontrarla
es mejor, ignorar
no saber

Vendí mi uniforme
mas gratis que el otro
no entiendo a mi novia
no arranca mi walkman

Vienen zombies
veo circular
vienen zombies
perdí mi lugar
perdí mi lugar

lunes, 8 de diciembre de 2008

Quisiera, que entendieras que no busco nada más, nadie más.


Y yo sigo así... experimentando las mismas cosas, esas cosas que vos me hacias sentir, esas cosas que no logro olvidar. Tiempo; tiempo de que? si ya esperé... y esperé... y esperé, y no logré nada, absolutamente nada, siguen pasando la misma agua por el puente, y yo ahí arriba mirando cuya agua pasa, haciendome sentir cada vez peor; haciendome sentir la única.
Los sentimientos se contradicen, amor/odio hacia una persona, creo exagerar con el odio, porque no te puedo odiar, nunca te voy a odiar, por mas jodona que sea, siempre vas a estar ahi, como una piedra en el medio del mar estancada .
Las cosas que yo mentí, fingí haber 'superado' esto... pero no; no puedo, no logro superar NADA, si todo lo que yo miro, escucho, está relacionado hacia tu persona, entonces... que sentido tiene tratar de olvidar si te vivo nombrando, recordando y relacionando? ninguno, es tiempo perdido.
Y te extraño, del verbo extrañar, extraño esos 5 meses en los que me sentia bien, segura, con alguien al cual querer, y llenar de besos y de abrazos y de mimos; pero todo acabó... y no hay vuelta atras.
La sed de esos recuerdos me está atormentando. NECESITO volver a estar a tu lado, TENGO que volver a besarte, abrazarte, decirte esas cosas que te decía, y volver a escuchar de tus labios ese 'sos hermosa, sabias?' porque me hace muy bien. y sos el único que en este momento podría llenar mi alma.
Que sirve escribir esto, si sé que no lo vas a leer.
Y estos son sentimientos escritos en un blog más.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Escalera Al Techo.


Son solo cosas materiales, yo soy un chico material.
Roberto me dijo una vez, "los chicos no pueden llorar".

Huelo espiritú adolescente, pero con unos años más.
Todos sufrimos alguna vez, (everybody cry),
a todos algo nos sale mal.

Quiero que me escuches, quiero que me entiendas,
no creo que sepas que hay en mi cabeza por vos.
Ésta canción es sólo una canción, un remake de melodías,
nada nuevo que decir.
Ésta canción es sólo una canción, pero puede entretenerte,
puede hacerte bailar, puedo besarte y ayudarte a olvidar...
olvidar...
olvidar...
olvidar...
olvidar.

Son sólo cosas materiales, yo soy un chico material.
Roberto me dijo una vez, "los chicos no pueden llorar".

La metamorfosis. Franz Kafka.


Una mañana, después de un sueño intranquilo, Gregorio Samsa se despertó transformado en un monstruoso insecto. Tenía muchas patitas que se movían sin que él pueda controlarlas y todo indicaba que no se trataba de un sueño: el reloj indicaba las seis y media y el tren salía a las cinco. No podía comprender cómo pudo quedarse dormido si el despertador sonaba todos los días a las cuatro de la mañana, y tan fuerte que hasta hacía vibrar los muebles. Pero no era momento de lamentarse, debía levantarse o perdería su trabajo. Si bien había perdido el tren de las cinco podía alcanzar el de las siete si se daba prisa. Pero no era posible salir de la cama, se balanceaba sobre su enorme caparazón y aun así no lograba llegar ni al borde. Su mamá llamó a la puerta:

―Gregorio ―dijo ella― van a ser las siete, ¿te pasa algo malo?

También llamó su padre y hasta escuchó la voz de su hermana Grete, pero intentó calmarlos diciéndoles que no pasaba nada y que enseguida estaría con ellos. Pero no podía levantarse aunque lo intentaba. Quiso rendirse, decir que estaba enfermo y descansar un día. Pero no era tan fácil, vendría su jefe a buscarlo, traería a un médico (el que se daría cuenta que Gregorio no estaba enfermo) y lo botarían de su empleo por perezoso. Y Gregorio no podía perder su trabajo, por lo menos ahora no, en cinco años podía ser, cuando termine de pagar la deuda de su padre, pero ahora no, su familia lo necesitaba.

Miró una vez más el reloj: eran las siete, había perdido el segundo tren, definitivamente estaba en problemas. En ese momento oyó que tocaban a la puerta y que alguien decía: “Buenos días, ¿está Gregorio en casa?” Era la voz del gerente, ya no era tiempo de estar jugando o perdería su trabajo. Giró con todas sus fuerzas y cayó de la cama a la alfombra. Sus patas se acomodaron perfectamente al piso y se acercó a la puerta. Tocaron a la puerta, el gerente le increpó su actitud:

―No lo puedo creer, señor Samsa, yo había confiado en usted y usted ni siquiera quiere ir a trabajar. Además, es muy sospechoso que ayer usted tenía que hacer unas cobranzas y hoy, en vez de llevar el dinero, se queda en casa.

Muy sospechoso, señor Samsa, muy sospechoso.

Gregorio estaba disgustado, ¿por qué lo trataba así?, él sería incapaz de robarle a sus patrones, además tenía años de un trabajo impecable. Pero ni eso valoraba el gerente.

―Un momento por favor, ―dijo Gregorio― ya me levanto, me he sentido mal por la mañana pero ya estoy bien y voy a trabajar, así que no se preocupen.

Al otro lado de la puerta, el gerente y la familia de Gregorio no había escuchado palabras, sino sonidos monstruosos, silbidos, gruñidos y resoplidos. Grete fue a buscar a un médico y la criada corrió a buscar a un cerrajero para forzar la puerta y saber que estaba pasando dentro de esa habitación. Pero Gregorio logró abrir la puerta antes. Usó su mandíbula sin dientes y se hizo bastante daño, pero giró la manija de la puerta. “Al fin”, exclamó el gerente y entró antes que los demás a la habitación. Cuando vio al insecto se quedó estático y mudo, la madre cayó desmayada y el padre amenazó a Gregorio con el puño para que no se acerque. El único que mantuvo la calma fue el insecto.

―No se preocupen ―dijo Gregorio― cualquiera tiene una indisposición, pero ya estoy bien, en un minuto me cambio y voy a trabajar. Además, voy a trabajar el doble para compensar mi tardanza, pero no piensen que soy un perezoso.
Nuevamente lo que oyeron todos no fueron palabras sino balbuceos monstruosos. El gerente huyó casi a la carrera, Gregorio fue tras él pues temía perder su trabajo y como estaba apoyado en la puerta pudo pasar su ancho caparazón de lado. Pero cuando quiso regresar a su habitación, no podía pasar por la estrecha puerta. Su padre había salido a detenerlo pensando que atacaría al gerente, y con la rabia que sentía no se fijó que Gregorio tenía el caparazón incrustado en el marco de la puerta y de un empujón lo envió al fondo del cuarto. El caparazón se hirió y de las llagas salía un líquido verdoso.

El resto de ese día Gregorio lo pasó durmiendo. Cuando despertó encontró una bandeja con su alimento preferido: leche, y en ella nadaban pedacitos de pan. Al instante supo que su hermana había puesto ahí la comida. Se acercó, emocionado, a comer pero al primer sorbo sintió asco y se sorprendió pues nunca la leche le había causado esa sensación. Intentó de nuevo, pero era imposible, asqueroso. Así que se arrinconó debajo del sofá y pasó durmiendo y con hambre la primera noche de insecto.

En la mañana, su hermana entró al cuarto, y al ver que Gregorio no había comido, como adivinando sus pensamientos, sacó el plato con leche y a cambio le trajo varios alimentos descompuestos: vegetales, restos de comida, un queso mohoso; y dejó solo a Gregorio que sólo entonces pudo comer y esta vez también se sorprendió pues lo que antes habría sido repulsivo para él, entonces era delicioso. Terminó y volvió a esconderse bajo el sofá. Más tarde, Grete limpió todo mientras el insecto estaba escondido bajo el sofá, pero la muchacha podía ver el bulto tenebroso debajo del mueble y aunque evitaba mirarlo, sentía su presencia y eso incomodaba a ambos. Y aunque la única que se encargaba de cuidar a Gregorio era ella, la situación se hizo cada vez más tensa: Grete abría de par en par las ventanas de la habitación cada vez que entraba para que escape el hedor del insecto, pero eso mortificaba a Gregorio que habría preferido que las ventanas no solo estén cerradas sino que también estén corridas las cortinas.
Una noche, Gregorio escuchó la conversación de su familia (la puerta de su cuarto daba al comedor). Las conversaciones en casa ya no eran alegres ni joviales, casi no se hablaban, todo había entrado en un estado de petrificación. La criada se había ido y habían contratado otra bastante mayor. Y aunque solo Grete se encargaba de Gregorio, continuamente su madre declaraba su intención de ver a su hijo y conocer su estado; pero su padre y su hija se lo impedían. Gregorio estaba de acuerdo con ellos, no quería que su madre, ni su hermana (ni nadie) pase malos momentos por su culpa. Así que, aunque demoró cuatro horas, arrastró la sábana de su cama y la llevó bajo el sofá, donde se tapó con ella y evitaba que su hermana se aterrorice cada vez que entraba a limpiar la habitación.
Por ese entonces, Gregorio había encontrado un pasatiempo: había descubierto que sus patas viscosas se adherían a las paredes y que podía caminar por ellas, incluso podía pasear por el techo. Su hermana lo había notado pues quedaban las huellas de sus patas. Se le ocurrió entonces que si su hermano quería pasear por las paredes y por el techo, lo más sensato sería quitarle todos los obstáculos que pueda encontrar: los muebles, el escritorio, la cama. En ese momento no tenía quién la ayude en la labor, y como la única en casa era la madre, tuvo que pedírselo a ella. Gregorio se escondió bajo la sábana y las dos mujeres comenzaron la labor. Sin embargo, él no quería que desalojen sus cosas, no quería sentirse un animal, no quería que le quiten lo último que le deba una apariencia humana a su habitación. “Es ahora o nunca”, pensó, y salió de debajo de la sábana y se apoyó sobre un cuadro, pegando su vientre viscoso al cristal del retrato.

Cuando volvió la madre al cuarto, vio al insecto pegado al vidrio y se desmayó por el espanto. Grete intentó auxiliarla y le desabrochó la blusa para que pueda respirar mejor, mientras amenazaba al insecto con la mirada. Gregorio, asustado, se despegó como pudo del vidrio y huyó hacia el comedor y trepó por las paredes y el techo. Pero su nerviosismo lo traicionó: se despegó del techo y cayó pesadamente sobre la mesa. En ese momento llegó el padre del trabajo. Cuando vio la expresión de susto de su hija, lo adivinó todo.

―Gregorio se ha escapado ―dijo ella abrazándose al pecho del padre―, mamá lo ha visto y se ha desmayado, pero ya está mejor.

El padre no quiso escuchar más, tiró la gorra sobre el sofá y empezó a perseguir al insecto. Gregorio huía, pero pronto se dio cuenta que era preferible dejar de escapar y dirigirse al cuarto para demostrar que tenía la intención de encerrarse por sí mismo. Pero el padre no entendió y empezó a arrojarle manzanas, una de las cuales se encajó en el caparazón del insecto, quien se cruzó con su madre que corría espantada para detener a su esposo y pedirle llorando que por favor no mate a su hijo.

A partir de entonces, la relación con Gregorio cambió drásticamente. Todos en casa debieron buscar un empleo: el padre era mensajero, la madre costurera y la hermana encontró trabajo en una tienda. Además tuvieron que despedir a la criada y contrataron una asistenta que venía por unas horas para limpiar la casa. Grete atendía a Gregorio con desdén: le arrojaba la comida y ya no limpiaba su cuarto, pronto abandonó su cuidado y se lo encargaron a la asistenta, quien, a diferencia de todos, no le tenía el menor temor al insecto: lo insultaba, le picaba el caparazón con la escoba y ponía todas las cosas de sobra en su cuarto. En poco tiempo Gregorio tenía un estado deplorable: estaba cubierto de polvo, viviendo entre los desechos, con restos de basura y comida adherida a su cuerpo y sin nadie que lo atienda de verdad.

Por esos días los padres decidieron recibir inquilinos en casa para tener un ingreso adicional. Recibieron a tres amigos a los que trataban con demasiada sumisión (ni siquiera se sentaban en su sofá si los inquilinos estaban cerca) pues nunca habían tenido huéspedes en casa y querían tratarlos de la mejor manera para que no se vayan. Una noche, mientras cenaban, Grete tocó el violín en la cocina; los inquilinos se sintieron conmovidos por la música y le pidieron que toque para ellos y que a cambio le darían una propina. La muchacha lo hizo, el padre colocó el pentagrama y ella empezó a tocar.

Cuando Gregorio oyó la música, se sintió conmovido. Recordó que soñaba con ahorrar dinero para enviar a su hermana al conservatorio y pensó que la música habría enternecido a todos tanto como a él así que se atrevió a salir del cuarto y asomarse al comedor (la asistenta había olvidado cerrar la puerta). Uno de los inquilinos vio al insecto pero mantuvo la calma.

―Señor Samsa ―dijo uno de los inquilinos―, ¿qué es eso? ―y señaló a Gregorio.

El padre, espantado por el suceso, en lugar de meter a Gregorio en su cuarto, empujó frenéticamente a los huéspedes al suyo sin darles una explicación. Grete soltó el violín y corrió al cuarto de los huéspedes donde arregló las camas antes que ellos ingresen. Entonces, cansados de tantos empujones los inquilinos se detuvieron en seco.

―Señor Samsa, debo decirle que me siento ofendido por el trato que se nos ha dado ―dijo uno de ellos―. Así que nos vamos de su casa sin pagarle ni un centavo, al contrario creo que les voy a pedir una indemnización.

Los dos compañeros de este, asintieron con la cabeza y se encerraron en su cuarto.

El padre se dejó caer en el sillón, la madre y la hermana lloraban y Gregorio, por la falta de fuerzas que le ocasionaba el hambre, no podía moverse de regreso a su cuarto. No lograba entender como su buena intención se había convertido en una maldición para los demás.

―Debemos deshacernos de él ―gritó la hermana―. Yo ya no aguanto más. Esa cosa nos va a matar a todos. Nuestro error ha sido creer que eso es Gregorio, y no lo es. Echémoslo de casa, suficiente tortura es que todos nosotros trabajemos y que aparte debamos encargarnos de ese insecto. ¡Papá! ―dijo con un débil chillido y corrió a esconderse detrás de él―, ahí viene.

Pero Gregorio no iba hacia ella, sino que daba la vuelta para regresar a su encierro. Estaba tan débil que demoró mucho en llegar, pero cuando cruzó el umbral, Grete cerró la puerta violentamente y la aseguró con llave. Toda esa noche Gregorio la pasó despierto, convencido (aún más que su hermana) de que debía morir. Cuando el reloj de la iglesia dio las tres de la madrugada, Gregorio encogió su cabeza y murió.

A la mañana siguiente fue la asistenta la que notó la muerte del insecto. “Al fin estiró la pata”, le dijo a la familia que no le prestó atención. Intentó explicarles lo que tenía planeado para el cadáver, pero tampoco fue tomada en cuenta. Hasta que ella misma arrastró el cadáver con la escoba para que ellos lo vean.

―Demos gracias a Dios ―dijo el padre.

En ese momento salieron los inquilinos, quienes pidieron el desayuno y fueron sorprendidos por la asistenta que les mostró el insecto muerto. El padre, enojado, se paró frente a ellos y los botó duramente de su casa. También la criada salió muy enojada pues nadie tomaba atención a sus planes sobre qué hacer con el insecto.

La familia se tomó el día libre de sus trabajos, sacaron sus cuentas y vieron que lo que ganaban entre los tres les alcanzaba para vivir y hasta sobraba un poco para ahorrarlo, así que sintieron un alivio por la carga que se les quitaba con la muerte de Gregorio. Decidieron salir, pasear, como hace meses no lo hacían; y, mientras viajaban en el tranvía, los padres notaban la belleza de Grete, que ya estaba en condiciones de tomar un buen marido.

Prohibido Suicidarse En Primavera

La acción transcurre en "El Hogar del Suicida" Sanatorio de almas creado por el Doctor Ariel quien desciende de una familia en la que los hombres se suicidaban en la plenitud de su vida, cuando comenzaban a perder la juventud, el Doctor crecio obsesionado por este hecho y dedico su vida a investigar a los suicidas (descubriendo algunos hechos curiosos como que los triunfadores se matan más que los fracasados, los jovenes más que los viejos, los suicidios ocurren más al amanecer que de noche y en la primavera más que en el invierno) y retirandose a un lugar en las montañas al acercarse a la edad en que sus familiares se habían suicidado, donde fallece de muerte noble y serena a la edad de setenta años. Es en este lugar donde se construye el hogar del suicida cuyo fin precisamente es el de evitar suicidios, a cargo del Doctor Roda, quien fue alumno del Doctor Ariel, en este peculiar sanatorio se encuentran algunas almas sin esperanza que quieren quitarse la vida (sin atreverse realmente a hacerlo) y llegan a este lugar pensando que alli les sera más facil morir, al inicio de la obra se encuentran 8 personas por desengaños de amor, 2 por Pelagra, 4 vidas sin rumbo y algunas por catástrofe económica o cocaína, pero se habla especialmente de tres personas: "El Amante Imaginario"(quién huye de una pena de amor y es un ex-empleado de banca que imagina ser el amante de Cora Yako cantante de ópera muy famosa), "El Profesor de Filosofía" (solamente es mencionado, nunca aparece fisicamente y siente preferencia por el agua, aunque a ultima hora sale nadando) y "La Dama Triste" (quién dice estar desilusionada de todo lo material), y una persona muy especial: Hans, quién es el ayudante del Doctor Roda y alguien espiritualmente más muerto que los mismos pacientes; a este lugar van llegando sucesivamente nuevos personajes, primero Alicia (cuya existencia ha sido bastante humilde y que huye principalmente de la soledad y a quien se le ofrece el puesto de enfermera al ver que ya no desea matarse porque la muerte es la soledad absoluta), despues aparecen Fernando y Chole, (dos enamorados que se pierden porque el dejo que ella manejara, así que son las unicas dos personas felices que se encuentran allí), estos dos ultimos son reporteros de un periodico sensacionalista, por lo que ven su estancia allí como la oportunidad de un gran reportaje, aunque despues de platicar con el Doctor Roda deciden no escribirlo, antes de terminar el primer acto aparece un nuevo personaje: Juan (quien es el hermano de Fernando y ha crecido a su sombra, pero el principal conflicto es que Juan ama en silencio a Chole y desea suicidarse para no acabar matando a su hermano). En el segundo acto aparece otra persona desesperada: El Padre de la Otra Alicia, (un medico que tenía una hija paralitica llamada Alicia y que al sentirse morir, para no dejarla sola decidio matarla y al descubrir que esta curandose desea que lo maten, pero recupera las ganas de vivir al ver el gran parecido físico de Alicia con su hija), el último de los personajes que se agregan es Cora Yako (cantante de ópera, quien solo busca hacerse públicidad y es el amor imposible del Amante Imaginario), Cora Yako y el amante imaginario se conocen, Chole y Juan hablan, al descubrir que ella es lo que divide a los dos hermanos Chole decide suicidarse tirandose al lago, Juan la ve y la rescata, pero ella cree que Fernando fue quien la rescato, En el tercer y último acto el sanatorio comienza a ser remodelado (antes tenía un aire un tanto triste), Cora Yako y el Amante Imaginario inician una relación que muere cuando ella le propone recorrer el mundo a expensas de un "caballo blanco" (el viejo que paga) Cora Yako se marcha sola a recorrer el mundo, y El Amante Imaginario acepta un puesto en el periodico donde trabaja Fernando narrando sus aventuras imaginarias con Cora Yako; El Doctor de Filosofía y La Dama Triste se enamoran, se van a casar y a pasar su luna de miel a Suiza, esto le da algunas esperanzas a Hans quien a su vez se va a trabajar a un Hospital con una taza de mortalidad bastante alta; Chole, Fernando y Juan se enfrentan finalmente, Chole ofrece casarse con Juan, pero este le da las gracias y no acepta, cuando ellos se van, Juan coge una pistola (con la que había intentado suicidarse cuando llego), pero en ese momento aparece Alicia con un cartel que dice "Prohibido suicidarse en primavera", le pide la pistola y se va para tirarla al lago acompañada de Juan.

Y Control.


Control... control de que? si nadie es capaz ya de controlarse a si mismo, a su cuerpo. Las cosas nunca salieron como los padres querian... nunca, y siempre, pero siempre vas a haber un problema en la familia, si no sos la oveja negra, te tienen allá arriba, y no se dan una idea lo que haces cuando salís... las cosas que pasan no pasan porque sí, pasan porque uno se las buscó; no aproposito, pero sí, se las buscó. El control no es para uno mismo solamente, si no tambien para al rededor de una persona, para darse cuenta, para reflexionar, para amar...

Desvalorizarse.


Los besos que se suicidan solos, los eternos recuerdos de tu mano, las cosas aveces no sirven y tu tiempo se derretía junto a mi. Los sueños que construí se desvanecieron al pasar del tiempo; junto a vos perdí el rumbo de las cosas, de cómo era, de quién era. El mundo gira, el mundo arraza todo lo que encuentra, y no deja nada al alcanze de los demás; eso es la actitud. El no dejarnos pisotear por nadie, ni por vos.

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